¿Qué es la ecografía musculoesquelética?

La ecografía musculoesquelética es un método diagnóstico por imagen no invasiva, y también utilizada en el tratamiento, que mediante la emisión de ultrasonidos nos permite obtener imágenes en tiempo real. Además, facilita la evaluación de diversas alteraciones en diferentes tejidos (músculo, tendón, fascia, ligamento, nervio, hueso, etc.).

Es un método rápido, puesto que en pocos minutos permite detectar posibles lesiones o descartarlas. Además, es indoloro e inocuo, no invasivo, sin ningún efecto secundario y a diferencia de otras pruebas médicas, no emite ningún tipo de radiación.

La ecografía puede ser realizada a todo tipo de paciente con cualquier patología musculoesquelética, ya se trate de un deportista o no, y es de gran ayuda para un diagnóstico exacto.

¿Cómo se aplica?

No es necesario ningún protocolo previo a la técnica, la ecografía puede ser realizada a todo tipo de pacientes. Se usa un transductor que genera ondas ultrasónicas que, mediante la ayuda de un gel, penetran en los tejidos y generan una imagen en la pantalla que permite al terapeuta explorar los tejidos.

La ecografía está indicada en una lesión cuando se necesita una evaluación detallada de tejidos blandos como músculos, tendones, ligamentos y bursas. Es útil para diagnosticar el alcance de desgarros musculares, tendinopatías, esguinces, hematomas, inflamación o acumulación de líquidos en la zona afectada, así como calcificaciones, entre decenas de otras indicaciones. También se utiliza para guiar tratamientos invasivos, como inyecciones, y evaluar el proceso de recuperación en una lesión. Es muy útil especialmente en personas deportistas o con profesiones físicas, para saber cuándo pueden regresar a la actividad física o laboral.
 

Preguntas frecuentes sobre la ecografía musculoesquelética

Una ecografía tiene como ventaja que se puede realizar ya en las primeras horas, inmediatamente después de la lesión. Además, es mucho más económica que otras pruebas, como una resonancia magnética, TAC, etc., exploraciones que, además, precisan de mucha más espera.

No, la ecografía es un procedimiento no invasivo e indoloro. El técnico aplica un gel conductor en la zona a examinar y desliza un transductor sobre la piel para obtener imágenes en tiempo real.

La duración de la ecografía suele ser breve, aproximadamente entre 5 y 10 minutos, dependiendo de la zona a examinar y la complejidad de la lesión. En total, la sesión, dura unos 15 minutos.

La ecografía puede detectar lesiones como roturas musculares, tendinopatías, esguinces, bursitis y calcificaciones, ofreciendo imágenes detalladas para un diagnóstico preciso.

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