Publicado en la revista MESALUT el mes de Abril de 2015.

«En el Centro Kine me curaron con una sesión de osteopatía»

Anamnesis: paciente de 40 años que viene a la consulta por dolor agudo de hombro izquierdo de una semana de evolución. La paciente tiene una invalidez por secuelas de intervención quirúrgica de hernia discal.

Antecedentes: dos intervenciones quirúrgicas. La primera, de hernia discal lumbar y la segunda, una reintervención por fibrosis postquirúrgica (secuelas de la primera intervención).

Exploración: hombro izquierdo. Al hacer el balance articular, observamos una flexión de 90º (el más deseable sería 180º) y una separación del brazo de la línea media (ABD) de 80º (el más deseable sería 160º).

El dolor se acompaña de impotencia funcional para desarrollar las actividades de la vida diaria (vestirse, higiene, actividades de ocio …).

La paciente está preocupada debido a sus antecedentes y tiene miedo de que le vuelvan a quedar secuelas, dado que ya tiene una invalidez por las consecuencias de una intervención anterior.

En el terreno articular, el húmero se encuentra en situación incómoda respecto a su biomecánica normal, ya que los espacios entre la parte superior del húmero y el acromion están muy disminuidos y, al levantar el brazo, se crea una situación de pinzamiento entre las dos estructuras óseas y los tendones (sobre todo el supraespinoso).

Bloqueo de las vértebras cervicales de C2 a C6 (de la segunda a la sexta) que origina irritación de la salida del plexo de nervios que inervan todos los músculos de hombro y brazo, lo que provoca una contractura muscular y la consiguiente limitación del movimiento por cambios en la biomecánica del hombro.

Diagnóstico: dolor-impotencia del hombro izquierdo de origen cervical.

Sesiones realizadas: 1 sesión de osteopatía para reequilibrar la biomecánica cervical y el hombro izquierdo.

Mantenimiento: Debido a los antecedentes de intervenciones por hernia discal lumbar, le recomiendo hacer una nueva sesión de osteopatía al mes para volver a reequilibrar el aparato locomotor y hacer un mantenimiento cada 6 meses.

Hay que recordar que nuestro cuerpo tiene memoria de las lesiones y hay que anticiparse a los conflictos que desencadenan una mala biomecánica.